El valle bajo del Río Bravo, Tamaulipas en la década de 1930
Fernando Saúl Alaniz
La creación del distrito de riego del bajo río Bravo fue una de las más trascendentales tareas emprendidas por el Estado mexicano durante los años treinta del siglo XX, en especial en los tiempos de la presidencia del general Lázaro Cárdenas. Varias razones lo hicieron destacar así, entre ellas la ubicación fronteriza de la región, que implicó la derivación de una cuota justa de aguas internacionales hacia el territorio nacional, cuando aún no existía una regularización en la materia con los Estados Unidos, y en cuya ribera se hacía un uso indiscriminado de este vital recurso. Otra razón fue la colonización que se dio en este lugar, especialmente por parte de los mexicanos repatriados desde el vecino país, lo que tuvo un alto valor simbólico, teñido de una intensa carga patriótica, justo cuando en México se apuntalaba con vigor una beligerante política nacionalista, la cual influyó durante varias décadas la orientación y marcha ideológica del país. Por otra parte, cabe destacar que para Tamaulipas este hecho representó un período de intensos cambios, principalmente porque gran parte del norte de la entidad se transformó radicalmente con la construcción de las obras de irrigación, en lo que antes era una extensa superficie de monte de mezquite; en tanto que, en el aspecto social, la presencia de nuevas corrientes migratorias hacia su territorio reafirmaron el carácter plural y diverso de la mexicanidad que ha caracterizado desde siempre a esta entidad fronteriza.